¿A tu hijo le cuesta trabajo adaptarse a los cambios? ¿Le preocupa si algo nuevo sucederá en su vida? ¿Le es difícil cambiar de rutinas? ¿Se bloquea ante el estrés? Es posible que tenga problemas de flexibilidad cognitiva. En este artículo, Gilberto Barrera nos platica un poco más al respecto.

La flexibilidad cognitiva es la habilidad de pensar y resolver problemas de forma diversa y dinámica, esto incluye la habilidad de adaptarse a los cambios y generar una variedad de formas de ver una situación o resolver un problema, por ello, los niños con estas dificultades suelen tener pensamientos rígidos.

Los cambios son inevitables y los niños con problemas de flexibilidad cognitiva se apegan a las rutinas ya establecidas, cuando existe una eventualidad como un cambio de casa, ciudad, o escuela, sufren ansiedad. Sin embargo, debemos recordar que la vida está llena de cambios y, aunque tengamos rutinas de casa bien establecidas, siempre hay eventos inesperados y momentos espontáneos que nos sacan de nuestro ritmo de vida.

Los niños con problemas de flexibilidad cognitiva pueden presentar dificultades a la hora de hacer transiciones, adaptarse a nuevas situaciones o ambientes, y asimilar los cambios en general, como lo son el recibir a un nuevo integrante en la familia o el mudarse a otra casa.

¿Qué podemos hacer para ayudarlos?

1.-Anticipa los cambios a la rutina y ayudar al niño a crear un puente entre lo familiar y lo desconocido. Por ejemplo: “Roberto, dentro de un mes nos cambiaremos de hogar, eso significa que viviremos en otra colonia, habrá nuevos vecinos, nuevo parque. Estaremos mas cerca de la casa de tu abuela lo cual puede hacer que la visites mas seguido y juegues con tus primos.”

2.-Enséñale a usar un calendario. Escribe eventos que sucederán en ese mes: cumpleaños, salidas al cine, cambio de hogar. Crea un ritual en donde al finalizar cada día tachen el calendario para que sepa que finalizó y para prepararse a el día o la semana siguiente, de igual manera se pueda preparar y asimilar lo que sigue.

3.-Brinda apoyo adicional durante las transiciones y cuando se presenten nuevos conceptos, tareas o ambientes: lleva al niño a conocer la casa nueva donde se mudarán, y háblale sobre el proceso de mudanza.

4.-Considera tiempo adicional para que se ajuste a los cambios de rutina. Lleva al niño a jugar fútbol al parque o a pasar tiempo en el área común. De esta forma contribuirás a que se adapte al nuevo ambiente.

5.-Encuentra múltiples formas de ver una tarea o situación. Cuando se enfrente a un  cambio de rutina (esperada o inesperada) moldea un enfoque adecuado para tu hijo. Habla con él sobre el tema y dile lo que puede hacer para resolverlo.

6.-Mantener continuidad de un día al otro se puede lograr generando y estableciendo rutinas. Horarios para la comida, para que haga su tarea e incluso un horario para su tiempo libre, todo esto como en su antigua casa.

J. GILBERTO BARRERA ESPINOZA.
PSICÓLOGO DE COLEGIO EDIA.
gilberto.barrera@edia.edu.mx