“La educación, en todas sus formas y todos sus niveles, no es sólo un fin en sí mismo, sino también uno de los instrumentos más poderosos con que contamos para inducir los cambios necesarios para lograr un desarrollo sostenible”. Koichiro Matsuura, Director General de la UNESCO (1999-2009).


El calentamiento global, el cambio climático, la contaminación de los mares, la extinción de algunas especies son grandes preocupaciones que compartimos actualmente. ¿Cómo podemos contribuir activamente a la conservación de nuestro entorno? La respuesta es muy sencilla:  promover pequeños ajustes en nuestros hábitos, enseguida le compartimos algunas ideas:

1. DEMOSTRAR AMOR POR LA NATURALEZA.  Al trasladarse  en la ciudad, al salir de viaje, al entrar al fraccionamiento, al visitar un parque, etc.  el adulto debe expresar su aprobación por  los elementos naturales que le rodean  (¡Mira! Que lindas flores, que árbol tan robusto, que rico huelen esas plantas, ¡mira los  insectos, son extraordinarios!, etc.) y también debe expresar su crítica ante la falta de cuidado del medio ambiente ( ¡qué triste que las personas tiren basura en éste lugar tan bello! ,  no debemos lastimar a los animales o plantas que conviven con nosotros ). Generar conversaciones, promover la observación, conocer la opinión de nuestros hijos respecto al entorno les va formando un criterio propio y  una conciencia ecológica.

2. EDUCAR CON EL EJEMPLO. Esto implica que los niños deben observarnos y ayudarnos a practicar buenos hábitos: cuidar las plantas y animales que tenemos en casa,  disponer de la basura apropiadamente,  reducir los consumos de energía, plantar árboles, etc.


3. RECICLAR:  Podemos iniciar reciclando un material a la vez, y en la medida que seamos más eficientes podemos agregar otro. Los materiales  más sencillos para empezar son: las tapitas plásticas, el papel o cartón,  el aluminio y  los envases plásticos (PET).  Se inicia colocando una caja a la vista de todos para que ahí se depositen los materiales seleccionados; una vez que se a reunido una cantidad suficiente, llevarlo al centro de reciclaje más cercano.

4. REUSAR: Implica el máximo aprovechamiento de los recursos materiales desde utilizar frascos de vidrio o plástico para el correcto almacenaje de productos, hasta hacer limpias periódicas de ropa, juguetes, útiles escolares y enseres que puedan ser donados a otras personas y aprovechados en una segunda ronda, también es muy importante utilizar bolsas de lona o tela para hacer las compras.


5. REDUCIR: Implica  el ahorro en el uso de la energía eléctrica, el agua,  los combustibles como el gas y la gasolina, el uso de envases de plástico como bolsas y botellas con bebidas y  hasta el máximo aprovechamiento de la  comida (consumiendo solo lo necesario, compartiendo lo que sobra y composteando los residuos).  Estos esfuerzos implican una tarea de acompañamiento mutuo entre padres e hijos al recordarse que deben apagarse luces y aparatos que no se están usando.  Bañarse en períodos cortos de tiempo. Caminar en lugar de manejar, etcétera.

El municipio de Hermosillo cuenta con varios puntos de reciclaje, algunos permanentes y otros temporales:

https://www.hermosillo.gob.mx/pages/mapa-puntos-reciclaje.aspx


También existen 6 puntos de acopio  para el programa “sábado del tilichero” mismo que tiene el objetivo de limpiar nuestra casa y  donar los artículos que tengan vida útil a familias que han perdido todo en incendios.

La palabra convence, pero el ejemplo arrasa”,  ésta es la máxima que debemos aplicar en nuestras vidas, nuestros hijos se merecen el esfuerzo por mejorar su calidad de vida.

MARCELA VÁZQUEZ.

DIRECTOR GENERAL DE COLEGIO EDIA.

marcela.vazquez@edia.edu.mx